Hoy celebramos el Día del Libro.
Esta fecha, en teoría, hace honor al aniversario de
la muerte de Miguel de Cervantes y William Shakespeare. Pero ¿fue realmente así? ¿Murieron el mismo día?
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"Hay quien siente un sobresalto cuando oye decir que
Miguel de Cervantes y William Shakespeare, los más
grandes genios de la literatura hispánica e inglesa,
murieron el mismo día.
Lo cierto es que cuando alguien eligió el 23 de abril para celebrar el “Día del libro” y utilizó como argumento el dato de que Cervantes y Shakespeare habían muerto en esa fecha, cometió dos errores: no murieron ese día ni compartieron fecha de despedida.
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Miguel de Cervantes murió el 22 de abril de 1616 y fue enterrado al día siguiente. Es difícil saber por qué se confundieron la fecha de su muerte y la de su entierro.
William Shakespeare murió el 3 de mayo,
unos diez días después.
¿Por qué los manuales de literatura datan
su muerte el 23 de abril?
Habrá que ir muy atrás en la Historia para
explicar el origen del malentendido.
Cuarenta y seis años antes de que naciera Cristo,
el Emperador romano Julio César, asesorado por el astrónomo Sosígenes, instauró el Calendario Juliano
mediante el cual se establecía un año de 365 días.
Este sistema preveía un pequeño excedente de tiempo, calculado en 6 horas cada año. Para que las cuentas
cerraran, se agregaba un día cada cuatro años
y se designaba a estos años “bisiestos”.
Indudablemente Sosígenes era un genio. Sus cálculos
eran casi perfectos: sólo había un error de unos pocos minutos al año. El problema es que un error mínimo,
con el paso del tiempo, puede convertirse en una catástrofe. Esos minutos excedentes se fueron sumando
y la diferencia entre lo que decían los papeles y lo que la naturaleza imponía fue creciendo.
En 1582 el Papa Gregorio XIII decidió que era hora
de hacer una reforma para “ajustar” ese desfasaje.
El 24 de febrero proclamó la bula pontificia “Inter gravissimas” mediante la cual abandonaba el Calendario Juliano
y sentaba las bases de lo que hoy conocemos como Calendario Gregoriano, el sistema por el cual se rige
gran parte del mundo.
Explicaciones científicas a un lado, la decisión del
Papa implicó que diez días desparecieran de la Historia.
El 4 de octubre por la noche se convirtió en el 15 de
octubre a la mañana siguiente.
El cambio, como era de esperar, fue aceptado en los
territorios católicos y resistido por los protestantes.
Durante mucho tiempo, parte de Occidente siguió utilizando
el Calendario Juliano. Inglaterra adoptó el
Calendario Gregoriano en 1752.
Misterio resuelto: en 1616, España medía el tiempo
bajo el parámetro del papa Gregorio, pero Inglaterra
contaba los días siguiendo a Sosígenes.
Shakespeare murió el 23 de abril del Calendario Juliano. Traducido al Calendario Gregoriano, la fecha se convierte
en 3 de mayo, unos diez días después de que
Cervantes fuera enterrado."
Fragmentos del artículo "Súper clásicos: laberintos y espejos a 400 años de la muerte
de Cervantes y Shakespeare", publicado en
La voz del Interior el 21 de abril de 2016
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